Una de las buenas prácticas promovidas en el Proyecto es el Riego Deficitario Controlado (RDC), considerando las altas temperaturas que marcan los períodos de verano en el sur de la Península Ibérica. Esto consiste en administrar el riego de modo que, durante todo el ciclo de la planta o en ciertas etapas, el cultivo pueda estar sujeto a un déficit de humedad / estrés hídrico (condiciones de sequía), sin afectar negativamente su desarrollo y producción. En este caso, el objetivo es asegurar la supervivencia de las especies plantadas.